Constitución de 1917, es el resultado de un largo proceso histórico iniciado aún antes de la propia revolución Mexicana. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reformó a la de 1857. Contenía además el espíritu de otros documentos como el Plan de Guadalupe de 1913, que fueron resultado de la lucha armada. El Congreso Constituyente reunido en la Ciudad de Querétaro el 1º de diciembre de 1916, encabezado por el Jefe del Ejército Constitucionalista, y encargado del Poder Ejecutivo, Venustiano Carranza, promulgó la Carta Magna que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 5 de febrero de 1917.
En México, nuestra Constitución ha sido un ejemplo de una continua evolución de principios, en donde poco a poco se fue enriqueciendo gracias a los movimientos liberales y reformadores que la historia ha dado. En ellos surgió como principal interés el orden público, y el servicio de las instituciones al pueblo. Esto es, las instituciones que están destinadas a cumplir los ordenamientos de la constitución, tienen como papel esencial, el bienestar del ciudadano.
La Constitución Mexicana es un documento que regula la vida política del país a partir del reconocimiento de garantías individuales y derechos fundamentales que el Estado debe salvaguardar. Al mismo tiempo, establece una forma de organización de las instituciones que tienen a su cargo la promoción del desarrollo del país en todas sus áreas, y ordena respecto de la división de los poderes para que haya una estructura jerárquica que permita el equilibrio en las decisiones que se toman para el país.
La Constitución de 1917, contiene en sí a las anteriores constituciones, pero con la diferencia de que son principios fundamentales, el respeto a la soberanía y a los derechos de individuales. El hombre además de ser libre en su propio país, debe de gozar de servicios otorgados por el Estado, de la justicia que le toca a éste impartir, y del respeto de los servidores públicos, quienes también son elegidos por él a través del voto, sin imposición de ningún tipo.
El apartado representativo de los derechos sociales que fueron reconocidos por el Constituyente de 1916, es el Capítulo I, el cual se refiere a las Garantías Individuales, que son derechos irrevocables en cualquier ciudadano mexicano, excepto en los casos que la Constitución establece. En este documento queda expresamente prohibida la esclavitud, la discriminación por cualquier causa o condición. Se reconoce además, la indivisibilidad de la nación, y el derecho de los pueblos indígenas a su autodeterminación y autonomía.
La Constitución también reconoce el derecho del ciudadano a recibir de forma gratuita la educación básica obligatoria y a que ésta deba ser laica. Existe en ella un derecho de igualdad de género, ya que el varón y la mujer son considerados iguales ante la ley.
La Carta Magna entre otras libertades reconoce la de trabajar en actividades lícitas, a la manifestación de ideas, y por lo tanto, la libertad de escribir y publicar escritos. En ella también se inscribe el derecho de petición, el de asociarse o reunirse pacíficamente.
La Constitución en sus 136 artículos, recoge los derechos económicos, políticos y sociales que el Estado debe garantizar a sus ciudadanos, la forma de organización política, todo ellos resultado de luchas ideológicas y armadas en la búsqueda de una nación independiente y justa, todavía inacabada, que el 5 de febrero conmemora el acontecimiento político más importante del siglo XX, que simboliza el fin de la Revolución Mexicana.
Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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