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viernes, 17 de febrero de 2017

Historia de Porfirio Díaz

Porfirio Díaz fue un militar que destacó por su participación en la Guerra de Reforma y en la Intervención francesa en la que logró recuperar para la causa republicana la Ciudad de México y Puebla. Conocido como el héroe del 2 de abril, contendió por la presidencia contra Benito Juárez en 1867 y 1871, y al ser derrotado proclamó el Plan de la Noria. Vencido, a la muerte de Juárez por Sebastián Lerdo de Tejada, Díaz se retiró a Veracruz donde logró posicionarse políticamente gracias a la impopularidad creciente de Lerdo. Al acercarse la reelección de este, Porfirio Díaz decidió revelarse militarmente en su contra. Díaz gozaba de gran prestigio entre los militares y de renombre en los círculos políticos del país. El triunfo del Plan de Tuxtepec, lo llevó a la presidencia de México para gobernar desde 1876 hasta 1911, con una breve interrupción durante el gobierno de Manuel González.

En los 31 años de Porfiriato se construyeron en México más de 19,000 kilómetros de vías férreas gracias a la inversión extranjera; el país quedó comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de capital extranjero en minería, agricultura, petróleo, entre otros rubros y se impulsó la industria nacional.

Con la entrada de José Ives Limantour en Hacienda en 1893 surgió un auge de las compañías enajenadoras de terrenos comunes baldíos, se modificó la Constitución de 1857 para permitir las reelecciones y se aprobó la ley que otorgaba la gran explotación minera a los capitales de Estados Unidos y Gran Bretaña. Limantour, tras la crisis de 1892, abrió el país a la inversión extranjera y promovió la creación de nuevas industrias. La corrupción, el fraude electoral y la represión fueron las propuestas de la administración Díaz a las tensiones sociales, nacidas del contraste entre una oligarquía poderosa, controladora de los resortes económicos y políticos y una población de casi 13 millones de personas ligadas mayoritariamente a la tierra. La crisis de 1907 y las luchas de sucesión en el seno del gobierno favorecieron el inicio de la revolución mexicana, dirigida por Madero.

En este periodo se continuó el esfuerzo iniciado con Manuel González por superar la educación en todos sus niveles; hombres de la talla de Joaquín Baranda, Ezequiel Chávez, Enrique C. Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra Méndez le dieron lustre a este proceso que incluyó desde los jardines de niños hasta la educación superior, pasando por la formación de maestros.

Aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el país se encontraba listo para la democracia, realmente nunca quiso dejar el poder y en 1910, a la edad de 80 años, presentó su candidatura para una nueva reelección, la cual fue rechazada por el público obrero. Ante estos hechos, Francisco I. Madero convocó a la rebelión, la cual surgió el 20 de noviembre de ese año, y terminó con la entrada triunfal a la ciudad, derrotando al dictador.

Chihuahua fue el principal escenario de las derrotas porfiristas ya que Pancho Villa y Pascual Orozco conquistaron Ciudad de Guerrero, Mal Paso, venció en la batalla de Casas Grandes, Chihuahua y la toma de Ciudad Juárez, por el Sur, Emiliano Zapata al frente de sus tropas campesinas, amagaban la capital y derrotaron en Cuautla el 5.º. Regimiento de Oro (el mejor batallón del ejército federal) aunque irrelevantes en el plano militar, fueron las batallas que facilitaron el camino de los revolucionarios hacia la victoria contra la dictadura. Habiendo tenido esos fracasos en el terreno militar y otros en el plano de las negociaciones, Díaz prefirió renunciar a la presidencia y abandonó el país en mayo de 1911.

jueves, 10 de octubre de 2013

Plan de la Noria

Plan de la Noria

Para las elecciones presidenciales de julio de 1871 se presentaron como candidatos opositores a una posible reelección de Benito Juárez, Porfirio Díaz y Sebastián Lerdo de Tejada.

El sufragio contemplaba que el ganador debería contar con la mitad más uno de los votos emitidos, y en caso contrario, el Congreso tendría la responsabilidad de nombrar al nuevo presidente. De los 12,266 votos electorales registrados oficialmente, se informó que a Sebastian Lerdo le correspondieron 2,874; a Porfirio Díaz Mori 3,555 y a Benito Juárez 5,837. Con estos números Juárez conseguía mantenerse en la silla presidencial por otros cuatro años más.
Benito Juárez
Los resultados oficiales que se dieron a conocer el 1º de octubre del mismo año no fueron del agrado de muchos. Durante la contienda electoral se habían cometido muchas irregularidades a favor de Juárez. Presiones y corruptelas  ejercidas desde el poder habían convertido a todo el proceso en un verdadero fraude electoral. Pese al halo de perfección que siempre ha rodeado a Benito Juárez, se sabe a ciencia cierta, que la corrupción de funcionarios públicos fue tan escandalosa, que los inconformes rápidamente organizaron una serie de levantamientos en diferentes partes del país.
Tras muchas solicitudes y con grandes muestras de apoyo Porfirio Díaz finalmente decidió encabezar una rebelión con el fin de derrocar el gobierno de Juárez. Esta histórica decisión fue avalada con la proclama (8 de noviembre de 1871) de un plan revolucionario. Este plan fue bautizado como el “Plan de la Noria” por haber sido redactado en La Noria, hacienda propiedad de Díaz.
Porfirio Diaz
El Plan de la Noria proclamaba básicamente la renuncia de Benito Juárez a la presidencia, la suspensión del orden constitucional actual y la creación de una Junta de Notables  que reorganizara el país. A la lucha interna que siguió a las elecciones y a la proclama del plan se le conoce con el mismo nombre: “La Revolución de la Noria“

Revolución de La Noria

revolucionnoria

En 1871 Benito Juárez es electo nuevamente presidente de la República tras un sufragio plagado de corrupción e irregularidades generadas desde el poder.

Muchos son los inconformes -entre ellos Don Porfirio Díaz- que consideran los resultados oficiales de la elección como un verdadero fraude electoral y el inicio de una dictadura disfrazada de legalidad. En gran parte del país se inicia una serie de levantamientos contra el régimen de Juárez.
Benito Juárez
Hacia finales de septiembre de ese mismo año el general Jerónimo Treviño se subleva en Monterrey. El 1º de octubre el general Manuel Negrete avanza hacia el cuartel de la Ciudadela en la Ciudad de México al grito de “¡Viva Porfirio Díaz, muera Juárez!”. En Zacatecas el general Trinidad García de la Cadena se pronuncia a favor de la rebelión, y hasta el Estado de Yucatán se subleva en abril de 1872. Es tal el rechazo a la ambición política de Juárez, que antiguos y leales combatientes liberales no dudan en sumarse a la lucha.
Mientras tanto, Porfirio Díaz en su hacienda de la Noria en Oaxaca, se prepara fundiendo balas de fusil y de cañón. Los rebeldes ofrecen todo su apoyo al héroe del 2 de abril para que asuma la presidencia de México. En las pasadas elecciones Díaz había quedado en segundo lugar después de Juárez. Por fin, y tras un poco de indecisión, el 8 de noviembre de 1871, se proclama un plan que llevaría el mismo nombre del lugar en que fue redactado: “El Plan de la Noria“, nombre por el que también se conocería a la iniciada revolución.
Porfirio Diaz
Al principio los rebeldes fueron derrotados una y otra vez por las fuerzas federales. El general Ignacio Alatorre se dirigió a Oaxaca y después de resultar vencedor en la Batalla de San Mateo, tomó el control de la entidad. Mientras eso sucedía en el sur, el general Sóstenes Rocha, al mando de otra columna, derrotó en Zacatecas a las fuerzas rebeldes de los generales Trinidad García, Donato Guerra y Jerónimo Treviño en la Batalla del Cerro de la Bufa. Poco más tarde estos mismos generales se repondrían en Monterrey, aunque por poco tiempo, ya que serían obligados a retirarse a Coahuila tras los éxitos del general Ignacio Revueltas.
En el Estado de Guerrero el general Vicente Jiménez se sostenía e infringía serias derrotas a las muchas columnas enviadas.
Después de algunos meses de luchas, en las que ningún bando se perfilaba como vencedor, sucedió lo impensable: el 18 de julio de 1872 murió Benito Juárez García.
Toda la razón del conflicto nacional quedaba completamente desvanecida. El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Sebastián Lerdo de Tejada, asumió como lo marcaba la ley la presidencia de la República. Ya en funciones, el nuevo presidente decretó una amnistía general, que sin embargo, fue acogida de mal modo por los rebeldes porque no se les reconocía ni sus méritos ni honores anteriores.
El caso es que la Revolución de la Noria fue un levantamiento sui generis, ya que su desenlace no fue la tradicional entrada triunfante a la ciudad de México de los vencedores, ni tampoco la salida urgente del país de un derrocado presidente, si no que su final fue provocado por la correcta aplicación de las leyes vigentes en ese momento.
Sebastian Lerdo de Tejada
Sebastián Lerdo de Tejada tuvo dos mandatos como presidente de México: primero como presidente interino tras la muerte de Juárez y después como pre