Organización social

La estratificación social en la cultura maya se basaba en el parentesco consanguíneo. Sin embargo, este hecho no indica que los mayas formaran una sociedad igualitaria, ya que sus clanes estaban divididos en linajes inferiores y superiores (grupos familiares) en función de la distancia de los fundadores.

 Así, la descendencia directa del hijo mayor del fundador del clan ocupaba el estatus social más alto, la descendencia del hijo mayor de los hermanos, el rango inmediatamente inferior, etc.

Desde una perspectiva socioeconómica, el grado de parentesco directo con los antepasados ​​crea una casta verdaderamente autónoma que define completamente la vida de una persona. 

Pertenecer a un clan particular no sólo obliga a uno a casarse con alguien del mismo clan, lo que impide cualquier forma de movilidad social, sino que también obliga a uno a vestirse de cierta manera, participar en actividades del clan y vivir de acuerdo con el clan. estilo de vida. comportamiento predeterminado

A diferencia de las culturas de otras partes de la América precolombina, aquí la cultura puede referirse a una casta o clase social compuesta exclusivamente por dioses-reyes, sacerdotes, guerreros, comerciantes, artesanos y agricultores. 

Los campesinos utilizaban sus cultivos para alimentar a sus parientes nobles, construir templos y palacios donde vivían, luchaban en guerras y ocasionalmente sacrificaban a los dioses. 

A cambio, se les dio una pequeña parcela de tierra de 4 o 5 hectáreas y el derecho a construir una pequeña cabaña en algún lugar, por supuesto, dependiendo del estatus social de la familia. Los esclavos estaban al margen del sistema de parentesco, pero en realidad estaban incluidos porque los hijos del Pentagrama nacían esclavos. Las causas de la esclavitud no eran muy distintas a las de los griegos o los romanos: la guerra, el crimen o el nacimiento. 

El sistema fue diseñado originalmente para comunidades agrícolas de subsistencia, pero se modificó a medida que el crecimiento general creó nuevas necesidades.

Las castas más pequeñas, como las de los comerciantes o los guerreros, crecieron tan rápidamente que podían amenazar el orden social tradicional. En este sentido, cabe señalar que, contrariamente a la creencia popular, los mayas no eran una sociedad agrícola pacífica gobernada por intelectuales, sino una sociedad en guerra, como otras sociedades.