De origen campesino mestizo, fue un líder revolucionario dedicado a defender los derechos del pueblo, “la tierra es de quien la trabaja”. En 1910 se unió a la Revolución incitada por Francisco I. Madero con el objetivo de derrocar al régimen de Porfirio Díaz, con su propio ejército formado por peones que reclutó al grito de “Tierra y Libertad”.
Nació en Anenecuilco, Morelos en 1879 y tras haber participado en 1906 en una asociación que planteaba la necesidad de defender a los campesinos de la voracidad de los hacendados porfiristas, se le castigó con un año de servicio en el ejército.
En 1909 fue electo presidente de la Junta de Defensa de la Tierras de Anenecuilco, incitando a la gente a trabajar pacíficamente la tierra, pero armados con carabinas para defenderse de quien quisiera usurpar este derecho.
En 1910, fue atraído por las demandas agrarias del Plan de San Luis, incorporándose a la causa de Madero, quien asumió la presidencia en 1911, pero tras este triunfo, los hacendados no permitieron el reparto de las tierras. Ante esta traición, Zapata formuló su programa de reforma agraria, conocido como el Plan de Ayala; su improvisado ejército tomó Yautepec, Cuautla y Cuernavaca, negándose a bajar las armas hasta consagrar el derecho de los peones a la tierra.
Cuando el Plan de Ayala fue proclamado, Zapata continuó defendiendo su causa ante los gobiernos de Madero, Victoriano Huerta y Venustiano Carranza, logrando repartir la tierra, confiscar los ingenios, fundar un banco agrícola, establecer escuelas primarias, promover la organización tradicional de los campesinos y liquidar el latifundismo.
Emiliano Zapata siempre se mantuvo lejos de la demagogia política, su único interés era luchar junto con los campesinos por una vida digna. En una carta dirigida a Pancho Villa, Zapata expuso claramente su filosofía: “…la ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que rebaños de esclavos para la tiranía”.
Durante los gobiernos del dictador Victoriano Huerta (1913-1914) y el presidente Venustiano Carranza (1914-1920), Zapata continuó su actividad en contra del gobierno en todo el sur del país, entrando triunfalmente junto con Pancho Villa a la Ciudad de México en 1914.
Emiliano Zapata fue asesinado en 1919 en una emboscada organizada por Venustiano Carranza, en la Hacienda de Chinameca. Esto derrotó militarmente al movimiento zapatista, pero sus ideales continuaron vigentes.
Artículo Producido por el Equipo Editorial de Explorando México.
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