jueves, 29 de mayo de 2014

El Sitio de Puebla


Durante la primera etapa de la segunda invasión armada francesa a nuestro país, hubo dos operaciones militares que aun siendo de naturaleza distinta, suelen ser confundidas o hasta amalgamadas como una misma operación: La Batalla de Puebla (1862) y El Sitio de Puebla (1863). La primera fue una sola batalla ( 5 de mayo) en la que las fuerzas armadas mexicanas vencieron a las tropas expedicionarias del emperador Napoleón III de Francia y la segunda fue la defensa, en estado de sitio, de la ciudad de Puebla.
Para colmo de males y de forma inexplicable, ninguna de estas dos operaciones recibe el crédito que en justicia deberían tener. En efecto, resulta que muchas publicaciones de importantes universidades, colegios o de los propios historiadores no ofrecen mucha información y a veces se limitan a mencionarlas de manera llana y simple. Por ejemplo, “La Historia General de México” del Colegio de México, le dedica 31 palabras -contando artículos, preposiciones y una coma- a la Batalla de Puebla (página 613) y respecto al Sitio de Puebla sólo se conforma con mencionar su inicio, duración y finalización en un pequeño párrafo (página 614). No parece justo que miles de hombres que lucharon, que se esforzaron, que pasaron privaciones y hasta perdieron la vida en defensa de México no sean recordados como lo merecen. Esperemos que estas lineas reparen aunque sea un poco estas graves omisiones de los historiadores modernos.



Después de su derrota en la célebre batalla a las afueras de la ciudad de Puebla, los invasores tuvieron que retirarse a la ciudades de Orizaba y Veracruz con el fin de reagruparse y esperar la llegada de refuerzos militares enviados desde Europa.
Mientras tanto, las fuerzas armadas mexicanas, aprovechando esta situación, dedicaron todos sus esfuerzos a preparar la ciudad de Puebla para el próximo asedio a la que directamente se vería sometida. Para el ejército invasor la conquista y control de esta importante población significaba dos cosas distintas: venganza y logística.
Es necesario aclarar que para ese tiempo el ejército francés, por alguna extraña razón, era visto como el mejor del mundo y el hecho de haber sufrido una estrepitosa derrota frente a un ejército aparentemente débil y dividido -por causa del constante desorden político de los últimos cincuenta años en México-  y al cual se le consideraba fácil de vencer, había mermado su prestigio y efectividad ante los ojos de las demás naciones europeas. Mientras Bismarck se relamía los bigotes la “venganza” militar y política era impostergable para los franceses.
Por otro lado, la principal meta  de su tránsito por territorio mexicano era, naturalmente, la ciudad de México, capital de la república. Si el ejército invasor deseaba mantener libre la linea entre la costa y el centro del país y así asegurarse el óptimo tránsito de sus tropas y pertrechos militares, pues resultaba completamente indispensable someter a la ciudad de Puebla ya que esta se encontraba a medio camino entre los dos puntos.
La misma noche del 5 de mayo de 1862 llegaron a Puebla un gran número de jefes y oficiales de ingenieros que completarían la Sección de Ingenieros del Cuerpo del Ejército de Oriente {1 LINK nombre y cargo oficiales anexo 1}  y que de inmediato empezarían la planeación y construcción de diferentes obras de fortificación y defensa.
Puebla, ciudad capital del estado con el mismo nombre, tenía en ese tiempo una población de 80,000 habitantes y gozaba de buena posición táctica debida al apoyo de  grandes defensas naturales: al norte los cerros de Loreto y Guadalupe, al occidente el cerro de San Juan y al oriente el cerro de Tepozúchil.
Se planearon, construyeron o completaron, en una loca carrera contra el tiempo, parapetos, redientes, almacenes, defensas y ocho grandes fuertes {2 Fuertes }. En estos últimos se puso especial énfasis, ya que como sería natural, el fuego de la artillería enemiga se concentraría sobre ellos.
Casi diez meses después de la famosa batalla 1862, en la mañana del día 16 de marzo de 1863, a las nueve de la mañana, un formidable cañonazo disparado desde el fuerte de Guadalupe con un cañón de bronce de 24 de sitio, anuncia a la guarnición que el enemigo se encuentra frente a la plaza. Lejos de causar miedo o angustia entre los defensores, el aviso del disparo deriva en un gran entusiasmo, tanto entre los defensores como en los habitantes de la ciudad. Se pensaba que ese mismo día se iniciaría el ataque frontal contra la plaza, ya que era muy posible que, en venganza por la anterior derrota, los franceses hubieran escogido esa fecha por ser el aniversario de nacimiento del príncipe imperial. Sin embargo poco ocurrió ese día. Algunas escaramuzas cerca del cerro de Guadalupe, y la toma de posiciones de ambos ejércitos fue lo único relevante.
En los días siguientes los invasores continuaron su labor de posicionamiento y comenzaron un ataque creciente de artillería. El 29 de marzo el invasor ha terminado su cuarta paralela y a las 4 de la tarde lanza un violentísimo ataque con toda la artillería de las cuatro paralelas sobre el fuerte San Javier. Baterías de morteros barren parapetos, techos, blindajes, lienzos enteros de los muros. San Javier y Penitenciaría quedan derribados. Tras el ataque de artillería, 5,600 soldados extranjeros se lanzan a la toma del fuerte. Se lucha cuerpo a cuerpo y los invasores son rechazados una y otra vez hasta que la superioridad numérica hace que las tropas mexicanas se replieguen.
Ya, en la noche, 48 cañones mexicanos y 39 franceses se enfrascan en una lucha de morteros. El General Forey apunta que tal batalla sólo era comparable con la de Sebastopol, en la guerra de Crimea. Por su parte los sobrevivientes mexicanos aseguran que esa fue el hecho de guerra más significativo del Sitio de Puebla.

En cierto momento los extranjeros creen que la toma completa de la plaza es cuestión de días. Nunca imaginaron que los defensores lucharían casa por casa y calle por calle.



Toma y Batalla de San Javier



Sitio de Puebla
29 de Marzo 1863

El 29 de marzo 1863 la ciudad de Puebla se encuentra sitiada y asediada por el invasor francés. Para muchos participantes y testigos presenciales de la guerra en El Sitio de Puebla, la toma de San Javier fue el hecho de armas más significativo de todas las operaciones. La forma en que lo describen, en los pocos documentos personales que nos legaron, da fe de tal aseveración.
Los extranjeros han terminado su cuarta paralela y a las 4 de la tarde lanzan un violentísimo ataque con toda la artillería de las cuatro paralelas sobre el fuerte San Javier. Baterías de morteros, (36 cañones de batalla de 8 y 12) 4 morteros y 4 obuses de montaña barren parapetos, techos, blindajes, lienzos enteros de los muros. San Javier y Penitenciaría quedan derribados. El fuego de artillería finaliza a las 5 de la tarde y de inmediato el enemigo embiste con sus tropas de asalto a las fuerzas mexicanas (integradas por los batallones 2º y 6º de Guanajuato) las cuales se baten valientemente ante el empuje de 5,600 hombres del ejército invasor al mando del General François Achille Bazaine.
La lucha es cuerpo a cuerpo y se pelea por cada centímetro de los patios interiores de lo poco que queda del fuerte. Una y otra vez las fuerzas enemigas son rechazadas pese a la superioridad numérica de los extranjeros. Momentos terribles. Un grupo de 20 hombres del 6º batallón queda encerrado en una pieza sin salida, sólo se salva la bandera.
Los soldados mexicanos se ven obligados a desocupar San Javier y replegarse. Algunos grupos quedan atrapados y deben rendirse pese a los apremiantes deseos de continuar con la defensa del fuerte. Muchos se han quedado sin munición. El Teniente Coronel Octavio Rosado acepta la propuesta de rendición que le hace Gilard, un Capitán de Zuavos, que al acercarse observa como los 130 hombres que quedan le muestran la razón de su rendición: todas las cartucheras vacías.
Tomado el fuerte, los franceses inician un ataque a la plaza. Piensan que después del ataque al fuerte será fácil la toma completa de la ciudad. Más equivocados no podían estar, los mexicanos lucharían por cada habitación o casa. Aun faltaba mucho tiempo para lograr la victoria.
Es sabido que poco después, en el ataque al Convento de Santa Inés, la defensa palmo a palmo que heroicamente realizaban las tropas mexicanas impresionó tanto al alto mando francés, que hasta se contempló la idea de renunciar a la toma de Puebla y dirigirse directamente a la Ciudad de México. Poco faltó para convertir en triunfo la defensa de la ciudad de Puebla, pero la inferioridad numérica y la falta de parque no permitió consumar tal hazaña.
Pasadas las seis y media de la tarde de ese 29 de marzo, 48 cañones mexicanos dirigen su fuego al recién tomado fuerte. Los franceses contestan con 39. Son en total 87 bocas de fuego que no cesan de disparar. En la relación de consumo de munición de ese día consta que la artillería de la plaza disparó 3,600 tiros y la infantería 390,000.
El General Forey en uno de sus partes al Ministro de Guerra francés apunta que la magnitud atronadora del fuego del 29 sólo se podía comparar con el fuego histórico de Sebastopol (guerra de Crimea).

Sección de Ingenieros del Cuerpo del Ejército de Oriente.




Durante El Sitio de Puebla de 1863 la Sección de Ingenieros del Cuerpo del Ejército de Oriente se conformaba de la siguiente manera.
  • Coronel Joaquín Colombres, Comandante General de Ingenieros.
  • Teniente Coronel Amado Camacho, Jefe del Detall.
  • Teniente Coronel Gaspar Sánchez Ochoa, en la Comandancia.
  • Comandante Ignacio Revueltas, en las fortificaciones.
  • Comandante Emilio Rodríguez, en las fortificaciones.
  • Comandante Francisco P. Troncoso, en las fortificaciones.
  • Capitán 2º. Manuel Mariscal, en las fortificaciones.
  • Capitán 2º. y grado de Comandante de Infantería Manuel Zuloaga, en las fortificaciones.
  • Capitán 2º. Carlos Ramiro, en el levantamiento del plano de Puebla y sus alrededores corrigiendo el antiguo plano que existía.
  • Teniente Francisco Hernández en las fortificaciones.
  • Teniente José Pérez Gallardo en las fortificaciones.
  • Teniente Ricardo Villanueva, al principio en las fortificaciones y después en el Detall de la Comandancia.
  • Teniente Domingo Loaeza, habilitado de la sección.
  • Capitán de Infantería Lizardo Echeverría, Sobrestante Mayor y Guardaparque.
  • Capitán de Infantería José Alvaradejo, Sobrestante Mayor y Guardaparque.
  • Capitán de Infantería Victoriano Escobar, Sobrestante Mayor y Guardaparque.
  • Capitán de Infantería Francisco Cienfuegos, Sobrestante Mayor y Guardaparque.
  • Capitán 1º. Francisco P. Beltrán, Comisión del levantamiento de Puebla y alrededores.

Fuerte de Guadalupe



Los Fuertes durante el Sitio de Puebla.-

El Fuerte de Guadalupe no fue una fortificación militar de grandes dimensiones ya que el terreno mismo donde se asentaba no se prestaba para ello. Tenía únicamente dos pequeños baluartes y un sólo rediente que cubría la entrada. Se tuvo que echar abajo la iglesia y se hicieron repuestos subterráneos de bóveda y un aljibe. Exceptuando un parapeto de no más de un metro de espesor que se construyo a la carrera el 5 de mayo, todas las construcciones en este fuerte fueron nuevas.
Se encontraba a una distancia de 760 m. del Fuerte Independencia, a 928 mts. del Fuerte Loreto, a 2,024 mts. de la Garita “Veracruz” y a 2,216 mts. de la Catedral de la ciudad de Puebla.
Su guarnición y distribución de tropas (1ª División del General Berriozabal) correspondía a la asignada a una linea que comprendía el grupo de defensas (fuertes) de Loreto, Guadalupe y Misericordia. El Jefe de este Fuerte fue el General Gayoso y el Comandante de Artillería el Capitán 1º Luis F. López.

La Artillería destinada a la defensa de este fuerte y obras anexas se componía de las siguientes piezas:

  • Cañones de á 24, españoles, en cureñas de plaza y costa: 2 de bronce y 0 fierro.
  • Cañones de á 24, ingleses, en cureñas de sitio: 3 de bronce y 0 de fierro.
  • Cañones de á 12 en cureñas de plaza: o de bronce y 3 de fierro.
  • Cañones de á 8, de batalla: 2 de bronce y 0 de fierro.
  • Cañones de á 4, lisos, en cureñas de batalla: 2 de bronce y 0 de fierro.
  • Cañones de á 4, americano, rayado*: 1 de bronce y 0 de fierro.
  • Obús de 15 c/m: 1 de bronce y 0 de fierro.
  • Obuses de 12 c/m: 2 de bronce y 0 de fierro.
  • Morteros de 20 c/m: 2 de bronce y 0 de fierro.

Total 18 piezas de artillería; 15 de bronce y 3 de fierro.

* Tiempo después este cañón fue enviado como regalo a París por el Mariscal Forey al Príncipe.

Fuerte de La Misericordia (Independencia)


Los Fuertes durante el Sitio de Puebla


Este era un fuerte chico, también conocido como Independencia, perteneciente a la Linea Guadalupe – Loreto- Misericordia y estaba situado en la Iglesia de la Misericordia(de ahí su nombre inicial) y que constaba de cuatro dientes de sierra que se apoyaban en dos pequeñas lunetas y cerrando todo por la gola.
Su Comandante era el Capitán 2º Manuel Zuloaga y la artillería estaba al mando del Capitán 1º Comandante de Infantería Francisco Matus. El fuerte se encontraba a 600 metros del Fuerte Zaragoza, a 760 metros del Fuerte Guadalupe, a 2,160 metros de la Garita “Veracruz” y a 1,640 metros de la Catedral de la Ciudad de Puebla.
Artillería asignada:
  • Cañones – obuses de 24, belgas, en cureñas Gribeauval: 2 de fierro.
  • Cañones de á 6, en cureñas de batalla: 2 de fierro.
  • Obuses de 12 c/m de montaña: 3 de bronce.
Total 7 piezas de artillería; 3 de bronce y 4 de fierro.

Fuertes durante el Sitio de Puebla




Relación de Fuertes y defensas.-

Durante los inmediatos y posteriores días que siguieron a la célebre Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862 se presentó, después de algunas juntas entre Jefes del Ejército de Oriente  e Integrantes de la Sección de Ingenieros, el plan general de fortificación de la ciudad. El proyecto contemplaba un gran sistema de fuertes, la fortificación de cuatro zonas de grupos de manzanas y el cerro de San Juan, obras de defensa entre los fuertes (redientes y parapetos), lineas interiores apoyadas en edificios o templos y construcción de repuestos de municiones y plataformas para cañones.
El proyecto finalmente fue aprobado por el General en Jefe, Jesús González Ortega, el Comandante General de Artillería, General Francisco Paz, el Cuartel Maestre, General José María Mendoza y por el Comandante de Ingenieros, Joaquín Colombres.
Los Fuertes, construcciones en las que caería principalmente el fuego de la artillería de los franceses fueron los siguientes:
  • Fuerte de Guadalupe
  • Fuerte en Loreto, llamado también 5 de Mayo.
  • Fuerte de Santa Anita o El Demócrata.
  • Fuerte San Javier o Iturbide.
  • Fuerte en el Carmen o Hidalgo.
  • Fuerte en la Garita de Totimehuacán o Ingenieros.
  • Fuerte en la Iglesia de los Remedios o Zaragoza.
  • Fuerte en la Misericordia o Independencia.
  • Fortín del Señor de los Trabajos.
  • Linea de Redientes del Parral o Morelos.
Debido a la premura, a la escasez de recursos y a un sinnúmero de dificultades no se proyectó una cantidad superior de fuertes y defensas y tampoco fue posible dotarlos de un espesor mayor a 7 metros en sus parapetos. El Plan General de Defensa incluía la asignación de comandantes, jefes, piezas de artillería y municiones que cada fuerte debería poseer.
Para lograr una idea aceptable del gran frente que debían cubrir estas obras de defensa, resulta muy interesante observar las distancias que existían entre los fuertes, fortines y redientes y la Catedral en el centro de la ciudad, y la distancia existente entre ellos mismos:
Desde la Catedral hasta:
  • El Demócrata: 1,912 mts.
  • El Señor de los Trabajos: 1,232 mts.
  • El Iturbide: 1,320 mts.
  • El Morelos: 824 mts.
  • El Hidalgo: 728 mts.
  • El Ingenieros: 1,216 mts.
  • El Zaragoza: 1,496 mts.
  • El Independencia: 1,640 mts.
  • El Guadalupe: 2,216 mts.
  • El Loreto: 2,096 mts.
Distancias entre las fortificaciones:
  • Del Demócrata al Señor de los Trabajos: 888 mts.
  • Del Señor de los Trabajos al Iturbide: 680 mts.
  • Del Iturbide al Morelos: 652 mts.
  • Del Morelos al Hidalgo: 752 mts.
  • Del Hidalgo al Ingenieros: 1,064 mts.
  • Del Ingenieros al Zaragoza: 1,480 mts.
  • Del Zaragoza al Independencia: 600 mts.
  • Del Independencia al Guadalupe: 760 mts.
  • Del Guadalupe al Loreto: 928 mts.
  • Del Loreto al Demócrata: 1,440 mts.
Para la correcta organización los fuertes y defensas se agruparon en cuatro lineas:
  • Linea de Loreto – Guadalupe – Misericordia.
  • Linea de los Remedios y Totimehuacán, (Zaragoza – Ingenieros).
  • Linea del Carmen y Morelos, (Hidalgo y Morelos).
  • Linea de San Javier y Santa Anita, (Iturbide y Demócrata).
Al final de las hostilidades se consignó que los fuertes y demás obras de defensa habían cumplido y hasta sobrepasado las expectativas que se habían formado alrededor de todos ellos.


Fuerte de Los Remedios (Zaragoza)



Los Fuertes durante el Sitio de Puebla.-


Este fue un fuerte cuadrado de baluartes, también conocido como Zaragoza, perteneciente a la Linea de los Remedios y Totimehuacán, (Zaragoza – Ingenieros). El fuerte tenía de 160 a 180 metros de largo por lado y se encontraba a una distancia de 1,480 metros del Fuerte Ingenieros, a 600 metros del Fuerte Independencia, a 600 metros de la Garita de Tepozúchil y a 1,496 metros de la Catedral de la ciudad.
Parece ser que al mando estaba el Comandante Rodríguez ya que fue él quien lo terminó. Al frente de su artillería se encontraba el Capitán 1º de Artillería y Teniente Coronel de Infantería Dionisio Aragón.
Artillería asignada:
  • Cañones de 24, ingleses, en cureñas de plaza y costa: 1 de bronce y 0 de fierro.
  • Cañones de 24, españoles, en cureñas de plaza y costa: 2 de bronce y 0 de fierro.
  • Cañones-obuses de 15 c/m, neerlandeses, en cureñas Gribeauval: 0 de bronce y 5 de fierro.
  • Cañones de á 12, en cureñas Gribeauval: 0 de bronce y 2 de fierro.
  • Cañones de á 8, de batalla: 4 de bronce y 0 de fierro.
  • Obuses de 15 c/m de batalla: 2 de bronce y 0 de fierro.
  • Obuses de 12 c/m de montaña: 3 de bronce y 0 de fierro.
  • Morteros de 12 c/m: 0 de bronce y 2 de fierro.
Total 21 piezas de artillería; 12 de bronce y 9 de fierro.

Fuerte de Totimehuacán (Ingenieros)



Los Fuertes durante el Sitio de Puebla.-


El fuerte Totimehuacán, también conocido como “Ingenieros“, era una obra de cuadrada de baluartes, perteneciente a  la Linea de los Remedios y Totimehuacán, (Zaragoza – Ingenieros) de doscientos metros por lado y que tenía a 100 metros, tanto a su derecha como a su izquierda, dos pequeñas fortificaciones irregulares que le protegían los flancos.
Todos sus repuestos eran subterráneos. Esta defensa se había proyectado originalmente en el lugar que ocupaba una de las Garitas, después 300 metros adelante y finalmente se construyó unos 200 metros más adelante, quedando a 1,064 metros del Fuerte Hidalgo, a 1,480 metros del Fuerte Zaragoza, a 816 metros de la Garita de San Baltazar y a 1,216 metros de la Catedral de la ciudad de Puebla.
El mando del fuerte lo tendría el Comandante Francisco Troncoso y al frente de la artillería se designó al Capitán 1º de Artillería, Coronel de Infantería José Juan García.
Artillería asignada:
  • Cañones de 24, ingleses, en cureñas de plaza y costa: 3 de bronce y 0 de fierro.
  • Cañones de 24, españoles, en cureñas de plaza y costa: 2 de bronce y 0 de fierro.
  • Cañones de 24, españoles, en cureñas Gribeauval: 2 de bronce y 0 de fierro.
  • Cañon de 16, español, en cureña Gribeauval: 1 de bronce y 0 de fierro.
  • Cañones de á 8 de batalla: 4 de bronce y 0 de fierro.
  • Obuses de 15 c/m de batalla: 2 de bronce y 0 de fierro.
  • Morteros de 12 c/m: 0 de bronce y 2 de fierro.
Total 16 piezas de artillería; 14 de bronce y 2 de fierro.



Fuerte del Carmen (Hidalgo)




Los Fuertes durante el Sitio de Puebla.-

El fuerte del Carmen o también conocido como “Hidalgo“, era una fortificación irregular perteneciente a la Linea del Carmen y Morelos, ya que en su origen se proyectó como una edificación pequeña y después fue agrandado al agregar varias obras a cada lado y reformándose un poco las ya construidas que estaban algo débiles y estrechas.
Más tarde este fuerte fue unido con los redientes del Fuerte Morelos. La huerta del Carmen y sus árboles frutales tuvieron que ser talados para construir pequeñas defensas sobre las bardas y el molino. La iglesia y el convento contiguos fueron fortificados.
Se situaba a 752 metros del Fuerte Morelos, a 1,064 del Fuerte Ingenieros, a 1,144 metros de la Garita de Amatlán y a 728 metros de la Catedral del centro de la ciudad de Puebla.
Las obras de fortificación y construcción estuvieron a cargo del Teniente José Pérez Gallardo y al frente de la artillería se designó al Capitán 1º de Artillería, Teniente Coronel de Infantería Manuel Verna.
Artillería asignada:
  • Cañones de 24, españoles, en cureñas Gribeauval: 2 de bronce y 0 de fierro.
  • Cañones-obuses de 15 c/m, neerlandeses, en cureñas de plaza y costa: 0 de bronce y 1 de fierro.
  • Cañones de á 12, en cureñas de plaza y costa: 0 de bronce y 2 de fierro.
  • Cañones de 16, en cureñas Gribeauval: 0 de bronce y 2 de fierro.
  • Cañones-obuses de 15 c/m , belgas, en cureñas de sitio: 0 de bronce y 6 de fierro.
  • Obuses de 12 c/m de montaña: 3 de bronce y 0 de fierro.
  • Morteros de 12 c/m: 0 de bronce y 2 de fierro.
Total 18 piezas de artillería; 5 de bronce y 13 de fierro.

Fuerte de San Javier (Iturbide)



Los Fuertes durante el Sitio de Puebla.-

Perteneciente a la Linea de San Javier y Santa Anita,  este fuerte también conocido como “Penitenciaría” o el “Iturbide“, tenía 120 metros de frente y de fondo 220 metros.
Tenía en su interior tres patios en los cuales se realizaron las batallas cuerpo a cuerpo más heroicas, importantes y sangrientas de todo el Sitio.
El proyecto original contemplaba muchas obras de defensa que incluían el derribo de los pisos superiores de la penitenciaría y de las casas e iglesias de San Matías y de San Diego pero por algunos prejuicios contra las demoliciones no se llevó a cabo. Irónicamente los obuses franceses, en el violento ataque del 29 de marzo de 1863, se encargaron de destruir por completo todos esos antiguos edificios que, de haber seguido el plan inicial, hubieran servido muy bien a la defensa de la ciudad.

Se situaba a 680 metros del Fortín Señor de los Trabajos, a 652 metros del Fuerte Morelos, a 968 metros de la Garita de México y a 1,320 metros de la hermosa Catedral de Puebla. Las obras de fortificación y construcción estuvieron a cargo del Comandante Revueltas, del Capitán Mariscal y los Comandantes Troncoso y Rodríguez. Al frente de la artillería se designó al Capitán 2º Platón Sánchez.
Artillería asignada:
  • Cañones de 24, españoles, en cureñas de plaza y costa: 3 de bronce y 0 de fierro.
  • Cañones-obuses de 15 c/m, neerlandeses, en cureñas de plaza y costa: 0 de bronce y 2 de fierro.
  • Cañones de 16, españoles, en cureñas Gribeauval: 2 de bronce y 0 de fierro.
  • Obuses de 12 c/m de montaña: 3 de bronce y 0 de fierro.
Total 10 piezas de artillería; 8 de bronce y 2 de fierro.