Asalto de Manzanillo

La batalla o paliza de Manzanillo fue un hecho armado que ocurrió el 24 de mayo de 1928, y fue parte de la Guerra de la Cresta. Después de la batalla en Jalisco, sorprendentemente, el 24 de mayo de 1928, bajo el mando del general Jesús de Goyalardo Gissar, los cruzados desembarcaron en Manzanillo. Puerto. Batalla El surgimiento inesperado de la cañonera Progreso de la Armada de México complica el movimiento de Cristeros, porque a pesar de la distancia, Cristeros comenzó a atacar el barco. Se intentó rechazar el ataque de Crestro por el ataque aislado de la carabina y la artillería ocasional disparada por el ARM Progreso y el Ejército Federal en el momento en que vigilaban a las tropas que custodiaban la Plaza Manzanilla-Rance.Después de estudiar la situación, el capitán y el capitán de fragata Eduardo Loiza Iturrios ordenaron luchar, pero decidieron cortar el extremo de la nave de apoyo, reduciendo así la amenaza para los rebeldes. Al mismo tiempo, los oficiales y la tripulación ocuparon posiciones de batalla dentro y fuera del barco; en la primera operación, hubo 5 cruzados y una federación llamada José Villalpando Rasco (José Villalpando Rascón) El marinero murió y tiene una medalla de bronce en la capital de la ciudad. La batalla es corta, pero el cañonero no puede bombardear la ciudad, por lo que solo puede navegar.Cristeros cree en ganar la batalla, pero los errores tácticos de Cristero marcaron su fracaso. Al final de la batalla, se realizó una revisión, y después de examinar la causa de la derrota de Cristero, los cruzados fueron condenados. El culpable acusó al general Alberto Gutiérrez de no seguir su orden de interrumpir la comunicación entre Manzanillo y Colima, no solo Cortar el telegrama. También afectó al ferrocarril. Los generales Andrés Salazar y Marcos Torres Virgen también han sido acusados ​​de no amenazar a las fuerzas federales distraídas de Villa de Álvarez y Colima.La razón del fracaso fue que, después de una hora y media, el general Heliodro Salis y todas sus tropas llegaron en tren. El general Jessos de Goyalardo Guisal ordenó la evacuación después de ver que el número de retiros excedía en gran medida la orden, pero algunas personas del jefe cruzado Lucas Cuevas quedaron atrapadas en el puerto e intentaron robar armas.