Villa, el Centauro del Norte, que comandaría el más grande ejército de la Revolución, como gobernador temporal de Chihuahua (diciembre de 1913-enero de 1914), expidió leyes de beneficio social, protegió a viudas y huérfanos, creó una oficina para manejar los bienes intervenidos del enemigo, y se comprometió con dotar a sus hombres de tierras al triunfo de la lucha. Para él, la verdadera reforma en el campo consistía en la confirmación de la pequeña propiedad agraria. Fue en ese año, en 1914, cuando los villistas se esforzaron por conformar su propia idea sobre el reparto y futuro de las tierras.
A pesar de haber sufrido considerables derrotas, que lo llevarían a replegarse al norte, Villa expidió su Ley Agraria el 24 de mayo de 1915 en la ciudad de León, Guanajuato. Con ella quiso dotar tierras a sus soldados, establecer pequeñas propiedades y que las tierras de pastoreo y bosques fueran consideradas de uso común. Sentaba precedente sobre la posesión original del agua por la nación. Sin embargo, la ley llegó tarde, política y militarmente. Las derrotas sufridas lo obligaron a mantenerse en retirada y por casi cinco años estar a salto de mata en al etapa que se conoce como guerrillera.
A pesar de haber sufrido considerables derrotas, que lo llevarían a replegarse al norte, Villa expidió su Ley Agraria el 24 de mayo de 1915 en la ciudad de León, Guanajuato. Con ella quiso dotar tierras a sus soldados, establecer pequeñas propiedades y que las tierras de pastoreo y bosques fueran consideradas de uso común. Sentaba precedente sobre la posesión original del agua por la nación. Sin embargo, la ley llegó tarde, política y militarmente. Las derrotas sufridas lo obligaron a mantenerse en retirada y por casi cinco años estar a salto de mata en al etapa que se conoce como guerrillera.
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