Características de la cultura Teotihuacana
Teotihuacan, a 48 kilómetros al noreste de la ciudad de México, con sus gigantes pirámides, sus palacios, sus templos, conjuntos habitacionales, talleres, mercados y avenidas, fue la ciudad prehispánica más grande de Mesoamérica. La cultura teotihuacana perduró casi diez siglos y alcanzó su mayor auge entre los años 300 y 600 d.C.; se les considera como la sede de la civilización representativa del período Clásico.
La influencia teotihuacana se manifestó en todo el territorio mesoamericano y aun fuera de éste, pues se han encontrado abundantes rasgos de esta cultura en los actuales estados de Nayarit, Durango, Zacatecas y Chihuahua.
En el siglo segundo antes de Cristo, gente de otras áreas del valle de México comenzó a asentarse en la parte oeste de la ciudad de Teotihuacan. Algunos de esos pobladores procedían de Cuicuilco, población que fue abandonada debido a la erupción del volcán Xitle, que formó el actual Pedregal de San Ángel.
Aspectos económicos
La economía teotihuacana se basó principalmente en la agricultura, el comercio y el tributo. Los teotihuacanos cultivaban maíz, frijol, calabaza y chile; empleaban avanzados métodos agrícolas como la irrigación por canales, la construcción de terrazas en los cerros y las chinampas.
La cercanía de ricas minas de obsidiana, materia prima para la fabricación de cuchillos, navajas y puntas de flechas permitió un activo comercio con estos objetos. Además, intercambiaban cerámica, lapidaria y otros productos con casi todos los pueblos de Mesoamérica.
En su época de apogeo, Teotihuacan tuvo una población cercana a los 200 mil habitantes, que ocupaba aproximadamente 20Km cuadrados. Los teotihuacanos dominaron a los pobladores de los valles de México y Puebla, muchos de los cuales fueron sometidos y obligados a pagar tributo. La producción de textiles alcanzó un gran desarrollo, como se puede observar por el atavío que muestran las esculturas y las pinturas.
Organización política y social
En un principio, Teotihuacan fue un estado teocrático, es decir, gobernado por los sacerdotes, quienes se habían apropiado de la alta cultura y de los conocimientos superiores.
En la época de auge de Teotihuacan, los militares adquirieron gran importancia, como lo confirman recientes investigaciones arqueológicas, pues eran los encargados de guardar las fronteras y recabar el tributo de otros pueblos, por lo ue compartieron el poder con los sacerdotes.
Arquitectura Teotihuacana
Entre las edificaciones del centro ceremonial destacan la Calzada de los Muertos, la Pirámide de la Luna, el Palacio de Quetzalpapálotl, la ciudadela, la Pirámide de Quetzalcóatl y la del Sol; éste es el monumento más antiguo y más grande de Teotihuacan, pues mide 65 metros de altura.
La arquitectura es monumental y grandiosa; alternaron taludes inclinados con tableros verticales. Todos los Monumentos se construían de piedra y se recubrían con una capa de estuco, que en muchos casos permitía decorarlos con pinturas murales.
Arte Teotihuacano
En la escultura sobresalen el gran monolito de Chalchiuhtlicue, diosa del agua, y las esculturas y relieves que adornan la fachada de la Pirámide de Quetzalcóatl.
Crisis y Decadencia de Teotihuacan
En el año 750 Teotihuacan fue incendiada, invadida, saqueada y en parte destruida. Diversos hechas se han propuesto para explicar su caída, entre ellos: la pérdida de control del grupo dirigente, acompañada de la rebelión de parte de la población urbana y rural; la invasión de guerreros bárbaros provenientes del norte; la sublevación de poblaciones tributarias. Probablemente se conjugaron varias de estas circunstancias.
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