miércoles, 9 de octubre de 2013

Etapa Lítica de Mexico

La etapa lítica es la más antigua de la historia de México y es una fuente de conocimientos para la explicación acerca de cómo el hombre llegó y se distribuyó por el territorio americano. Esta etapa es también conocida como prehistórica y su división en cuatro períodos: arqueolítico, cenolítico inferior, cenolítico superior y protoneolítico se corresponden con los estudios realizados en la Cuenca de México ya que en el resto de las regiones el protoneolítico llegó mucho más tarde.

A pesar que si se realiza una primera aproximación al estudio de los primitivos pobladores de México parecieran ser muy similares entre sí y que no contaban con diferencias notorias recién con el paso del tiempo las variaciones culturales entre un pueblo y otro se fueron evidenciando. Con el paso de los siglos cada grupo tenía su propia serie de tradiciones que si bien al comienzo tenían un marcado tinte homogéneo, este se fue perdiendo consecuentemente hasta desembocar en la diversidad cultural que caracteriza a la historia mexicana antigua y que ha dejado una gran marca de identidad propia a lo largo de todas las generaciones posteriores, que incluso abarca la sociedad del hoy, tanto para México como las zonas aledañas a Meseamérica. Dentro de las costumbres establecidas se hacía referencia a la forma de organización, el modo de obtención de los alimentos que podía ser por medio de la caza o la recolección y más tarde cuando se establece la vida sedentaria a través de la agricultura. En la mayoría de los casos esto estaba ampliamente definido por las condiciones geográficas y climáticas del lugar.


Para definir en pocas palabras qué sucedió durante el período lítico se puede decir que es el más antiguo de la historia mexicana y es durante el cual llegaron los pobladores más primitivos al actual territorio de México. 

Y que con el pasar de los siglos se fueron asentando en diversas regiones y modificando sus pautas culturales para ajustarse mejor a las condiciones del lugar.




Los historiadores dividen a la etapa lítica en cuatro grandes períodos:

El arqueolítico que se inicia en el 30.000 a. C y culmina en el 9.500 d. C. Es precisamente en estos años cuando se comienzan a utilizar instrumentos para la realización de determinadas tareas. Dado que entre los restos arqueológicos de estos años no se encuentran puntas de proyectil se puede deducir que los avances se emplearon sobre todo para la recolección y procesamiento de algunos vegetales como así también de animales. Los sitios que se atribuyen a esta etapa son pocos y de pequeñas dimensiones lo que indica que la contextura de la población era muy baja y que los grupos estaban conformados por pocas personas y eran de carácter familiar.

Los principales yacimientos se encontraron en la base del Cerro de Tlapacoya situado en el estado de México que dadas la conformación geográfica en algunas épocas era una península mientras que en otras una isla del lago Chalco que actualmente ya desapareció. Entre los restos encontrados se encuentran tres hogares y huesos de animales. Los instrumentos fabricados eran de andesita local muy rústicos y poco estandarizados.


* El cenolítico inferior que se inicia en el 9.500 a. C y culmina en el 7.000 a. C. se caracteriza por el importantísimo cambio climático, dado que coincide con el cambio del Pleistoceno al Holoceno, experimentó la región y con ello fue indispensable la reestructuración de las prácticas culturales y el modo de organización. La mejoría del clima se debió al final de la glaciación y a la redistribución de la flora que quedará conformada de manera muy similar a la que se encuentran en la actualidad.

De acuerdo a los restos hallados por los arqueólogos se puede inferir que en esta etapa se experimenta una gran mejora técnica en la elaboración de los instrumentos. 

Esto se debe que a la percusión se añade la presión para el trabajo con elementos. Esto permite una mejora en la obtención de herramientas como así también de los trabajos en general ya que se logra un mejor control. Las herramientas son más diversificadas y especializadas. Es en este período en el que aparece la punta de proyectil. Surgen dos clasificaciones la occidental que se caracteriza por la punta acanalada y la orienta que posee puntas con forma de hoja. Ya a partir de esta época la caza comienza a convertirse en uno de los medios de obtención de recursos para vivir. A orillas de lagos antiguos de la Cuenca de México fueron encontrados fósiles de mamuts de dos especies distintas: mammuthus imperator y el mammuthus columbi. Y dado el estado de los huesos de estos es muy fácil determinar que fueron cazados por hombres que ya contaban con instrumentos fabricados para tal fin. En cuanto a la organización social los grupos continuaban siendo pequeños y familiares pero se unían con otros para la realización de actividades de caza mayor.


* El cenolítico superior se inicia en el 7.000 a. C termina en el 5.000 a. C. es el periodo en el cual se estima que los mamuts y los mastodontes se extinguieron por lo que fue necesario buscar otras especies de animales para cazar. Así se derivó hacia la consecución de animales más pequeños.


* El protoneolítico que comienza en el 5.000 a. C. y termina cerca del 2.500 a. C cuenta con el principal avance que permitió el establecimiento de la vida sedentaria, la agricultura. Si bien no se extendió entre todos los pueblos sí estuvo presente en gran parte de ellos. Dadas las nuevas necesidades los elementos que comienzan a fabricarse con objetos destinados al procesamiento de los vegetales como por ejemplo, los morteros. En esta época se evidencia un progreso muy grande en cuanto a los utensilios utilizados para las labores cotidianas.

El estudio de esta etapa atrae a muchos historiadores debido a que en los yacimientos arqueológicos que pueden encontrar se en el territorio mexicano sirven para esclarecer muchos puntos que aun permanecen no muy claros acerca de cómo llegó el hombre al continente americano y cómo se expandió por él. 

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